Desde que somos niños nos ¿educan? (yo diría condicionan) para identificar y clasificar las cosas como deben ser: para el niño color azul, cochecitos y saludo de mano; para la niña color rosa, muñecas y beso en el cachete (hay del que se atreva a acercarse aunque sea un poco al breve pero siempre dulce espacio de la comisura de los labios). Pero en estos “tiempos modernos” esas clasificaciones se hacen cada vez más obsoletas gracias al exacerbado movimiento feminista (“si yo fuera mujer, no me casaría, nada de sostén, nada de pastillas, que las tome él” att: Patxi Andion )y el movimiento lésbico gay.
No todos los hombres son orangutanes machos sin sentimientos, ni todas las mujeres son flores delicadas a las cuales debemos proteger. Las nuevas formas de pensar o clasificar la especie humana (al fin animales como todos) obedecen más a las conductas sociales respecto a la preferencia sexual que a lo meramente biológico. Sin embargo, todavía hay quienes afirman que todas estas formas de relacionarse son contra natura, por que la naturaleza es sabía y no se equivoca (¡ni que decir de Dios, claro esta!), nos hizo hombres y mujeres respectivamente para poder preservar la especie por medio del acto mas humanamente animal: la cópula; en otras palabras todos somos hijos del pene y la vagina.
Durante la fecundación los óvulos de la mujer llevan el cromosoma X, mientras que la mitad de los espermatozoides masculinos llevan el cromosoma X y la otra mitad Y. En teoría el hombre es quién determina el sexo del bebe, si se fecunda un XX será Manuel y se es XY será Manuela. Así de simple y hermoso: la naturaleza es perfecta… ¿o no?
En 1967 Ewa Klobukowska, campeona olímpica en Tokio 1964, fue la primera “mujer” en no pasar la pruebas de control de sexo recién implementadas por la IAAF. El problema no era que fuera un hombre hábilmente disfrazado de mujer, ni tampoco que fuera un travestí o que se hubiera hecho la jarocha; el problema fue que ella tenia un cromosoma de más, la naturaleza se había equivocado.
Más allá de intentar profundizar en las causas naturales de los estados intersexuados,(para ello me remito a los artículos: Estados Intersexuados I y Estados Intersexuados II ), traigo a colación este caso como una muestra más de lo limitante, retrogradas e inútiles que son las clasificaciones tradicionales que nos inculcan desde niños. El hombre (nosotros, tu y yo) en su afán de conocerlo todo pretende clasificar, definir, clarificar, esquematizar; las cosas son como nos enseñaron que eran, como lo dicen las monografías de a peso (que ya cuestan 5, maldita economía!) o la enciclopedia de Time Life (los cuales para venderla usan uno de los trucos más bajos que existen en ventas: “¿Cuánto vale la educación de sus hijos?” “¿Cuánto vale el futuro de sus hijos?” y muchos creyendo a pie juntillas aquello de que educación = futuro exitoso, les dan un cheque por más de 10 mil pesos por información que fácilmente puede consultarse gratis en wikipedia.org). Como decía, vivimos en una sociedad llena de etiquetas estables que muchas veces no hacen más que limitar nuestra perspectiva y creatividad.
Personalmente antes había escuchado vagamente sobre estados intersexuados, pero no estaba completamente conciente de su existencia. Por eso la razón de toda esta palabrería, para que tu y yo descubramos algo más que rompe nuestros esquemas tradicionales; en este caso el de niños azul, niñas rosas, gays bandera de colores… ¿Y los Intersexuados?
Para terminar les dejo un fragmento de un articulo muy bueno sobre el tema, el que quiera entender: que lea…
No todos los hombres son orangutanes machos sin sentimientos, ni todas las mujeres son flores delicadas a las cuales debemos proteger. Las nuevas formas de pensar o clasificar la especie humana (al fin animales como todos) obedecen más a las conductas sociales respecto a la preferencia sexual que a lo meramente biológico. Sin embargo, todavía hay quienes afirman que todas estas formas de relacionarse son contra natura, por que la naturaleza es sabía y no se equivoca (¡ni que decir de Dios, claro esta!), nos hizo hombres y mujeres respectivamente para poder preservar la especie por medio del acto mas humanamente animal: la cópula; en otras palabras todos somos hijos del pene y la vagina.
Durante la fecundación los óvulos de la mujer llevan el cromosoma X, mientras que la mitad de los espermatozoides masculinos llevan el cromosoma X y la otra mitad Y. En teoría el hombre es quién determina el sexo del bebe, si se fecunda un XX será Manuel y se es XY será Manuela. Así de simple y hermoso: la naturaleza es perfecta… ¿o no?
En 1967 Ewa Klobukowska, campeona olímpica en Tokio 1964, fue la primera “mujer” en no pasar la pruebas de control de sexo recién implementadas por la IAAF. El problema no era que fuera un hombre hábilmente disfrazado de mujer, ni tampoco que fuera un travestí o que se hubiera hecho la jarocha; el problema fue que ella tenia un cromosoma de más, la naturaleza se había equivocado.
Más allá de intentar profundizar en las causas naturales de los estados intersexuados,(para ello me remito a los artículos: Estados Intersexuados I y Estados Intersexuados II ), traigo a colación este caso como una muestra más de lo limitante, retrogradas e inútiles que son las clasificaciones tradicionales que nos inculcan desde niños. El hombre (nosotros, tu y yo) en su afán de conocerlo todo pretende clasificar, definir, clarificar, esquematizar; las cosas son como nos enseñaron que eran, como lo dicen las monografías de a peso (que ya cuestan 5, maldita economía!) o la enciclopedia de Time Life (los cuales para venderla usan uno de los trucos más bajos que existen en ventas: “¿Cuánto vale la educación de sus hijos?” “¿Cuánto vale el futuro de sus hijos?” y muchos creyendo a pie juntillas aquello de que educación = futuro exitoso, les dan un cheque por más de 10 mil pesos por información que fácilmente puede consultarse gratis en wikipedia.org). Como decía, vivimos en una sociedad llena de etiquetas estables que muchas veces no hacen más que limitar nuestra perspectiva y creatividad.
Personalmente antes había escuchado vagamente sobre estados intersexuados, pero no estaba completamente conciente de su existencia. Por eso la razón de toda esta palabrería, para que tu y yo descubramos algo más que rompe nuestros esquemas tradicionales; en este caso el de niños azul, niñas rosas, gays bandera de colores… ¿Y los Intersexuados?
Para terminar les dejo un fragmento de un articulo muy bueno sobre el tema, el que quiera entender: que lea…